ESPERA JUNTO A LA VENTANA

Cada tarde la veo mirar por la ventana , siempre la misma  y a la misma hora

No es demasiado mayor , ni demasiado joven , unos 75 , más o menos .

Controla cada uno de los movimientos de sus vecinos , sus entradas y salidas , sus idas y venidas .

Cotilla …dicen  algunos. Fisgona…piensan otros .

Nada más lejos  de la realidad.

Se llama soledad .  La señora no , lo que siente .

Atrás quedaron los días  en que no la alcanzaban las horas para tanto trabajo por hacer.

Limpiar la casa , preparar la comida , poner lavadoras , planchar , arreglar un poco el jardín  o tal vez , coser ese dobladillo que su marido le decía  siempre que pisaba porque  era demasiado largo.

Nada  de eso queda ya .

Ahora guisa solo para ella , en los armarios se amontonan  las ollas y sartenes más grandes . Apenas hay ropa sucia en el cesto , lo lleva al día  , si acaso necesita alguna prenda , la lava a mano .

Los días de planchado  se han reducido a uno por semana y si tiene  que arreglar alguna cosa , se lo lleva a una modista amiga suya que no la cobra mucho , su vista ya no es lo que era.

Sus rodillas ya no la permiten  agacharse demasiado , por eso cada quincena  una empresa  se ocupa  de segar el jardín y cuidarlo para que no se convierta en un bosque .

Nadie llama al timbre a la hora de comer o cenar , apurado para tomar un bocado rápido y salir pitando.

Su marido murió  hace algunos años de cancér  , maldita enfermedad , y los chicos viven fuera , lejos.

Por eso mira por la ventana . Porque las horas pasan tan lentas. Por eso y porque añora a los niños .

Sus juegos . Sus gritos . Su alegría .

Y  se pasaría horas mirándoles .Las horas que  no sabe cómo llenar.

Todos los días que no llueve , va a caminar un rato, a paso ligero .Se lo ha recomendado su médico .Y así sale un poco de casa. Es lo que tiene vivir en un pueblo , apenas ve a nadie , todos tienen coche y no utilizan el autobús .

Sus hijos la llaman por teléfono  una o dos veces por semana pero sus voces suenan tan lejos , tan frías .

Siempre la dicen lo mismo . Que salga más .Que se eche unas amigas .Que vaya al cine o al teatro o a tomar un café con alguna vecina.

Pero Ella cree que no es tan fácil .

Con quién ?

Nunca tuvo muchas amigas y las que quedan  , tienen a sus maridos o no viven cerca .

Además , ya no tiene paciencia para aguantar su parloteo . Solamente  hablan de sus nietos , de lo guapos que son  y de que hacen esto o aquello . Y a los suyos no les ve desde  Navidad.

La gusta escuchar la radio .Oye las noticias , después  deja de prestar atención  .

A ratos , se sienta junto a la ventana y les mira .

Son su válvula de escape . Ríen y gritan , se pelean por sus juguetes.

Son tan guapos , tan frágiles  .La recuerdan a sus propios hijos cuando eran pequeños .

La daban tanto quehacer  , pero prefería mil veces todo aquél  trabajo a la agonía de ver pasar las horas de ahora .

Por eso cada día  espera con ansia el momento de mirar por la ventana .

Ellos la dan vida . La regresan a su juventud . A lo que añora cada día  .

A veces pasan unos días y no les ve . No aparecen .

Y  la dan unas ganas terribles de llorar .Se siente abandonada . Sola . Vacía .

Pero vuelven .

Es  entonces cuando puede irse a dormír tranquila . Como cuando arropaba a sus niños al acostarse .

Y espera  al día siguiente , al momento de sentarse junto a la ventana.

abuela a la ultima sentada en un banco

A  PAQUI , MI MADRE .

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4 opiniones en “ESPERA JUNTO A LA VENTANA”

  1. Me recuerda tanto a mi madre que no he podido llorar es la vida misma.y tendremos que pasar por ello seguramente.yo no veo a mis nietos siempre que quiero ni a mi hijo .ellos ya tienen su vida sus quehaceres ,sus amiguitos ya quedan mucho con amigos mucho estudio muchas actividades….se hacen mayores y me produce una melancolía tremenda

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