Estamos viviendo nuestro verano más atípico y complicado. Seguimos saliendo a la calle con mascarilla y sensatez, que es, de momento, la mejor manera y la màs responsable. Yo tenía otros planes, pero, como muchas otras cosas, casi todos hemos tenido que cambiarlos.
El coronavirus retrasó proyectos de trabajo y, por tanto, también el periodo de vacaciones del abuelo, así que las viviremos de otra manera, sin viajes fuera de nuestra provincia pero disfrutando de lo nuestro, que no es un mal plan, no?
No es un verano peor, es un verano diferente. Confieso que mis planes pasaban por escaparnos a algún destino de costa lejano con chiringuito y marisco al borde del mar, cargados con maletas repletas de vestidos frescos, calzado cómodo y bisutería de colores, pero nos hemos reseteado. Y me he dado cuenta de que todo eso lo puedo hacer aquí cerquita igualmente.
De momento, solo podemos disfrutar de algun fin de semana, lo que el trabajo permita y , quizás, casi al final del verano lleguen esos dias para nosotros solos. Mientras, transcurren los dias como antes, con la excepción de tener los ojos en el horizonte y sin perder de vista las noticias. Creo que ahora mismo nos dividimos en dos grupos, los que no renuncian a su verano soñado y los que por prudencia, o miedo tal vez, prefieren posponer sus planes hasta que toda esta situación anómala se haya estabilizado. Ningún plan es malo si se aborda con responsabilidad y cautela.
Yo me he propuesto redescubrir nuestra tierra, rincones que ni siquiera conozco y otros por los que he pasado de puntillas sin disfrutarlos apenas.
No por ser un verano raro debe ser peor. Me levanto cada mañana con la misma ilusión de otros años en ésta época, con la diferencia de que este año no habrá maletas que preparar ni destinos por descubrir.
Porque no todo el verano son vacaciones ni todas las vacaciones tienen que disfrutarse obligatoriamente en verano.
Amanezco cada mañana con mil planes por hacer (que no siempre se cumplen) y la misma ilusión de siempre por arreglarme y salir a conocer, a vivir, a disfrutar…Cantabria es hermosa la mires por donde la mires y , ahora más que nunca, nos necesita llenando sus terrazas y restaaurantes, comprando en sus comercios, visitando sus museos y lugares de entretenimiento…! redescubriendola !
Somos una comunidad pequeña, pero privilegiada en cuanto a enclave y servicios. Norte o Sur, Este u Oeste; pueblo o ciudad; mar o montaña; hotel, apartamento, casa vacacional, camping, posada rural, tu propia casa…! tú eliges!. Las opciones son muchas y muy diversas. Todo lo tenemos muy cerca, elijamos una forma de desconectar o un poco de cada una, siempre será una muy buena opción. Yo, éste verano, me quedo en Cantabria.
“El pasado ha terminado y se ha ido. El futuro no está garantizado”.
Wayne Dyer
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