DIARIO DE UNA ABUELA EN CUARENTENA

 

Enero comenzó tranquilo, tanto como acabó Diciembre; sin sorpresas, sin grandes celebraciones y dando gracias por cada día sanos y sin sobresaltos. SS.MM. los Reyes Magos de Oriente nos dejaron nuestros regalos bajo el árbol, dando por finalizadas las festividades propias de la Navidad. Pero me faltaba otra celebración, mi cumpleaños (y el de mi hija ), otra vuelta al Sol, celebrando la vida.

abuela a la ultima con la tarta de cumpleaños y sus nietos
Celebrando mi cumpleaños y el de mi hija.

Pero la vida es imprevisible, sobre todo en estos tiempos , te da sorpresas ,y  a mi me la ha dado en forma de  confinamiento domiciliario. Si, nos ha tocado. El abuelo y yo hemos estado en contacto con un positivo por covid y toca hacerse la PCR   y guardar cuarentena.

Y aquí estamos, echándole humor aunque no sea nada gracioso. Con mascarilla, dándole al spray y en habitaciones distintas.

SEGUNDO DÍA

Se han puesto en contacto con nosotros, debemos quedarnos en casa, esperar que nos citen para hacernos la prueba y cumplír el protocolo y las medidas higiénicas que recomiendan.

El Montes (léase marido) no me toca ni con el palo de la escoba; mascarilla en boca y desinfectante en mano, va y viene limpiando ora el baño, ora la cocina, ora el tendedero. Sus expresiones preferidas son: por si acaso y no vaya a ser…

Nos hemos tomado la tensión y la temperatura dos veces ( previa desinfección de los artilugios).

El Montes limpiando y desinfectando la casa.

 

TERCER DÍA 

Ya tenemos cita para realizarnos la prueba (PCR ), mientras tanto aquí seguimos, trapo en mano, mascarilla y llenando el tiempo con televisión mayormente y algo de ejercicio.

El Montes se ha hecho fuerte en la habitación más pequeña, yo en cambio, sigo en mi cuarto disfrutando de mi cama para mi solita.

Cero síntomas. No fiebre.

CUARTO DÍA

Hoy es el día de la prueba. Nos han citado a media mañana. Hemos madrugado, estamos nerviosos, supongo. Nuestros amigos y familiares están pendientes de nosotros por si necesitamos algo, de momento, la nevera llena y el ánimo, intacto.

Todo ha transcurrido rápido. Nos enviarán  un mensaje a nuestros teléfonos con los resultados.

A última hora de la tarde nos han enviado sendos mensajes: prueba por covid- negativo-. Los dos.

Que alivio. Por nosotros, pero sobre todo, por todos los de alrededor. Es lo que tiene todo ésto, que no solo se implica quién se contagia si no muchas personas a tu alrededor, familia más cercana e incluso establecimientos y lugares donde has estado, aunque sea con todas las medidas de seguridad…. una cafetería, tú centro de estética habitual, tú peluquería, tú lugar de trabajo.

abuela ala ultima haciendo el gesto de victoria con la mano
Todo marcha bien.

QUINTO DÍA

Hoy nos hemos levantado eufóricos. La música inunda la casa. El Montes reniega de la mascarilla y anuncia que esta noche vuelve a nuestra cama, que en la otra habitación no descansa bien. Yo he dormido genial sola, la verdad.

Nos han llamado del Centro de Salud para controlar como estamos, si hay alguna novedad. Todo O.K. Pero debemos permanecer en casa aún unos dias más y controlar si hubiera fiebre. Paciencia.

SEXTO DÍA 

La mañana transcurre como los días anteriores. Nos faltan algunas cosas, nada importante, pero los que nos quieren insisten. Así que les hemos enviado la lista de la compra. Bendito whasapp. Nos lo dejan en el ascensor, nada de contacto. Es raro, muy raro. Pero necesario. Sabíamos que tenemos alrededor buena gente pero ahora nos ha quedado más claro aún. No necesitamos  más que coger el teléfono y ya tenemos mil manos dispuestas a ayudar, a acercarnos a casa lo que necesitemos. Si hasta nos han preparado nuestra comida favorita.

SÉPTIMO DÍA.

Levantarse, aseo personal, limpieza y desinfección. Se hace tedioso, apenas unos pocos días y nos parecen muchísimos más. Las mañanas son algo más entretenidas, las tardes rutinarias. Hoy el Montes ha hecho un bizcocho, el primero de su vida. Está entusiasmado porque le ha quedado buenísimo. Doy fe. Bromeamos sobre la situación y le  ponemos humor. Sanos pero sin poder salír a la calle  Ya queda un día menos para hacer vida normal.

Para ser su primer bizcocho, le ha quedado genial.

OCTAVO DÍA

No siempre el ánimo está alto. Echo de menos ir a caminar, hablar con la gente, mis rutinas diarias. Pero siempre hay algo que te saca una sonrisa. Mis niet@s por videollamada. O el Montes, que sale de la ducha, se para frente a mi y me pregunta : qué te parece éste cuerpo para un tío que va a cumplír 60 tacos?….y a mi me da la risa floja ( George Clooney está sobrevalorado ) y mi mente vuelve a cuando le vi por primera vez a sus 20 años. Si eso no funciona, no sé que podría hacerlo.

NOVENO DÍA

Ya queda solo un día. Seguimos viendo el mundo a través de las ventanas pero por poco tiempo. Hoy nuestra conversación gira en torno a lo que vamos a hacer cuando salgamos a la calle. Bendita libertad. Es curioso, apenas diez dìas en casa y nos parece un mes. No me puedo ni imaginar lo que sentirán aquellos que , enfermos, confinados y tal vez solos, vean pasar los días sin nadie con quién hablar ni que les haga reír. Por no hablar de aquellos que en un hospital luchan por curarse y  sobrevivír. Nuestra situación es una fiesta comparada con la de aquellos a los que el Covid les ha dado de lleno.

DÉCIMO Y ÚLTIMO DÍA

Parece que nos han quitado un corsé que  nos oprimía el pecho. Estamos colocados en la casilla de salida dispuestos a disputar la carrera en la que nos vemos inmersos todos los días. Casa, trabajo, horarios….me pregunto si echar el freno de vez en cuando será hasta recomendable. Pero no así, no con el corazón encogido y el alma en vilo.

Nadie nos garantiza que todo ésto no vuelva a ocurrír porque sabemos el principio pero aún no se ha escrito el final.

Aún no se ha escrito el final de ésta situación, debemos seguir cuidándonos.

 ” Ser libre no es solamente desamarrarse las cadenas, sino vivír en una forma que respete y mejore la libertad de los demás ” Nelson Mandela.

2020 UN AÑO PARA APRENDER U OLVIDAR?

ABUELA A LA ÚLTIMA EN CANTABRIA DMODA: 2020 UN AÑO PARA APRENDER  U OLVIDAR?

Repaso de  los últimos doce meses en los que hemos vivido  momentos muy difíciles de los que hemos aprendido muchas cosas.

La Navidad está a la vuelta de la esquina  y en éste año tan complicado y duro, durísimo para todos, en mi hogar las fiestas van a ser muy especiales. Seremos menos en torno a la mesa pero con el mismo sentimiento de familia y celebración de siempre; no, mucho más.

Porque este año que está a punto de acabar nos ha hecho sufrir demasiado y debería dejarnos algunas lecciones de vida. Así he vivido yo estos últimos doce meses. Seguro que en mucho os sentiréis reflejados.

ENERO

Cumpleaños

Llegó con la alegría propia de un Año Nuevo, ilusionante y lleno de proyectos…y a mi me permitió cumplir  un  año más junto a mi  hija ( cumplimos años el mismo día ) y volver a celebrar el milagro de la vida junto a los míos.

Las noticias sobre un extraño virus nos llegaban desde China y las imágenes en los noticiarios nos parecían sacadas de una película de ciencia ficción.

 

abuiela a la ultima con su marido y su hija soplando las velas de su cumpleaños
Cada 15 de Enero, mi hija y yo , celebramos nuestro cumpleaños.

FEBRERO

Cantabria DModa

Continuó con noticias inquietantes que se acercaban a nosotros peligrosamente….y a mi me regaló un maravilloso comienzo en el equipo de Cantabria DModa para asomarme a ésta ventana virtual y contaros mi particular visión de la vida y  la moda, desde el punto de vista de una abuela poco convencional. Las circunstancias  hicieron que dejase a un lado la moda para centrarme en todo lo que estábamos viviendo.

abuela a la ultima posando con sombrero
Mi primer post en Cantabria DModa, Febrero del 2020.

MARZO

Confinamiento

Las noticias se volvieron inquietantes, duras; el tan temido e inesperado Covid-19 ( coronavirus) había llegado hasta aquí para poner nuestras vidas del revés y sembrar dolor y muerte a su paso. Y llegó el estado de alarma, y con él, el confinamiento en nuestros hogares.

La gimnasia en el salón, los bizcochos más esponjosos y las coreografías más divertidas fueron algunos de nuestros entretenimientos mientras fuera se luchaba sin descanso para contener los estragos que el virus estaba dejando a su paso. Casi todos creíamos que pasaría pronto, pero no. Resistiré fue la canción más  cantada, se convirtió casi en un himno. 

Las videollamadas a mis nietos, familia y amigos pasaron a ser el momento más grato del día, junto a la hora del aperitivo, todos los días a las 13:30 el abuelo y yo brindábamos por que se acabara ésta pesadilla y a las 20:oo salíamos a las ventanas a aplaudir, honrar, agradecer…

manos aplaudiendo por la ventana
Cada tarde a las 20:00 salíamos a las ventanas a aplaudir, honrar, agradecer…

 

ABRÍL

Solidaridad

Siguió con la mayoría de nosotros en casa, hospitales llenos y mucha solidaridad. Cientos de personas cosieron y prepararon material para nuestros sanitarios. Iniciativas de personas anónimas y otras no tanto para visibilizar, donar, ayudar…

Seguimos cada tarde saliendo a nuestras ventanas a agradecer el enorme y maravilloso trabajo que realizaban( y siguen realizando a día de hoy) nuestros sanitarios en primera línea,  seguidos del Ejército, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Transporte y Logística, personal de servicios esenciales y tantos ( sería imposible nombrarles a todos)  que han dado todo y más  para que todo un país no se paralizase.

una ambulancia con las luces
Nuestro personal sanitario ha realizado, antes y ahora, un trabajo titánico.

MAYO

Abrazos

Entre fase 0, fase 1 y fase 2 acariciábamos la tan ansiada libertad que todos anhelábamos. En el mes de Mayo, por fin, pude abrazar a mis pequeños luceros y cuidarles otra vez mientras sus papás se incorporaban a sus trabajos al 100%.

Comenzamos a salir y a disfrutar con sentido común.

JUNIO

Abuelo 1- Cáncer 0

Mascarilla y distancia social son palabras que llegaron para quedarse. Y cancelado, prohibido, pospuesto, obligatorio, necesario...pero empezamos a salir, a retomar,  a continuar…

El abuelo volvió a viajar con un buen diagnóstico en la maleta: abuelo 1- cáncer 0.

Con el abuelo en el 2019

JULIO

Sueños y planes

Nosotros cancelamos  todos nuestros planes, nuestras salidas, nuestras vacaciones; pero no cancelamos las tardes de lectura, los baños en el mar, las puestas de sol, el cumpleaños de mis nietos, una buena conversación con amigos; no cancelamos los sueños ni las esperanzas, las risas, la música ni bailar en la cocina porque no todo está cancelado. Aún quedan muchas cosas con las que disfrutar. Seguimos manteniendo intactas las precauciones u las ilusiones, también.

Disfrutando del mar

AGOSTO

Nostalgia

De cohetes y cabezudos, de pasacalles y procesión, de conciertos y carruseles, de cenas con amigos y chatos en las ferias de La Patrona. Pero el sentido común manda y no debemos olvidar que en los hospitales no cesa la lucha, nunca se han rendido, ni en los peores momentos.

Con amigos en las fiestas de la Patrona del 2019.

SEPTIEMBRE

Orgullo

Comienzo de un nuevo curso escolar interrumpido antes de Primavera, nuestros  niños y jóvenes retoman sus clases y nos dan ejemplo con su actitud, mascarilla desde la mañana temprano hasta que salen del cole , gel hidroalcohólico  continuamente y mucha disciplina al entrar y salir de las aulas para  evitar contagios.

Mis nietos con sus mascarillas, Valentina y Nicolás se han adaptado fenomenal a ellas, como todos los niños, nos dan ejemplo.

OCTUBRE

Esperanza

Las cifras de contagios empeoran, la movilidad entre provincias se ve alterada. Un paso atrás. Algo estamos haciendo mal. Es responsabilidad de todos seguir las indicaciones de las autoridades, acatar las normas por duras que nos parezcan. Por nosotros, por los nuestros, por todos los demás…la palabra VACUNA ya está entre nosotros  y ESPERANZA también.

 

 

 

 

 

 

 

NOVIEMBRE

En petit comite 

El abuelo ha cumplido años, y lo hemos celebrado en casa, en “modo reducido”, la movilidad ha mermado considerablemente, así que nos hemos instalado en la rutina. El abuelo ha perdido un tío por Covid, maldito virus.

DICIEMBRE

Una Navidad diferente

Comenzamos recibiendo un buen diagnóstico otra vez, del abuelo. Todo O.K. Y preparando la casa para las fiestas, mis nietos esperaban entusiasmados el momento de adornar el árbol, las ventanas e inaugurar las tardes de turrón de chocolate. Qué más puedo pedir a la vida que poder verles disfrutar sanos y felices? tengo mil y un motivos para celebrar la vida aunque ésta se empeñe a veces en ponernos la zancadilla. Si algo he aprendido éste año es a valorar cada momento, cada buena noticia, cada logro por pequeño que sea…a conformarme con lo que tengo y no soñar con utopías. Por eso y mucho más, yo celebro la Navidad  más que siempre, como nunca.

Con el abuelo y mis nietos en Navidad

 

 

LA RESPONSABILIDAD DE NUESTROS NIÑOS EN CANTABRIA DMODA

 

abuela a la ultima con sus nietos todos con mascarilla
Mis nietos utilizan la mascarilla como un complemento más, sin quejas ni protestas.

 

Septiembre ha sido para mi, con diferencia, el mes más ilusionante del calendario.  Suele coincidir con el final de las vacaciones para muchos de nosotros y el comienzo del curso escolar o la vuelta al trabajo para otros. Mes de cambios, de nuevos proyectos, de una etapa más ilusionante, tal vez. Éste año es atípico. Raro. Preocupante. Triste.

Todas y cada una de las cosas que hacemos están marcadas por el Covid-19. El trabajo, o la falta de él, el ocio, las vacaciones, los nuevos o viejos proyectos…

Nada es como antes. Las noticias que nos llegan nos hacen estar alerta e intensificar las precauciones. Nos jugamos mucho, nuestros mayores, nuestros niños, nosotros mismos.

Me pregunto cada día si volveremos a lo de antes. A tocar sin miedo, a besar sin miedo. A organizar, planear o llevar a cabo proyectos de vida sin miedo.

Celebrar tu boda con todos los que quieres, disfrutar de tu cumpleaños a lo grande, ese reto deportivo para el que te preparaste a conciencia, o simplemente, salir a cenar con tu grupo de amigos de siempre.

Siento que me falta algo, que me lo han robado. Quién? No lo sé, no tengo la respuesta. Es como si todo lo que quiero, lo que me gusta o con lo que sueño, estuviese pausado, a la espera. Sin fecha de comienzo y mucho menos de final. A veces, necesito alejarme de todo, desconectar, ir a lugares sin apenas gente y pensar. Son pocos los momentos en que me dejo llevar por el pesimismo y la tristeza, pero los hay.

 “Desde el minuto uno,  los niños  renunciaron a sus rutinas sin protestas”

abuela a la ultima cos sus nietos y sus mascarillas
Los niños son los primeros en adaptarse a las nuevas circuntancias.

Mis nietos son los que hacen que recapacite y vea la realidad a través de sus ojos. Ell@s ( y la inmensa mayoría de niños) se han adaptado a la nueva situación con una naturalidad envidiable. Y no era fácil. Desde el minuto uno renunciaron a sus rutinas sin protestas ni aspavientos; colegio, extraescolares, abuelos, primos, amigos, parque, excursiones…

Llevan sus mascarillas cada día como si de un complemeno más se tratase, como la mochila o los libros, y no se les olvida. Nos dan una lección de responsabilidad cada día. Ellos son el espejo en el que debemos mirarnos los adultos, son pequeños pero muy inteligentes. Y la nuestra es cumplir con unas normas básicas para que todo gire y nada se detenga. No negaré que estoy preocupada. Muchas cosas importantes dependen de nuestra actitud. La salud, la economía, el bienestar de todo un país que necesita, que debe, procurar a nuestros niños y jóvenes, y a todos en general, que sus vidas no se vean truncadas y rotas por el dolor.

Mis nietos con sus mascarillas, Valentina y Nicolás se han adaptado fenomenal a ellas, como todos los niños, nos dan ejemplo.

Necesitamos ser fuertes y que Ell@s copien de nuestro ejemplo. Porque los niños aprenden más con nuestros  actos  que con nuestras palabras. Lo que todos , niños y mayores, debemos tener claro es que no debemos bajar la guardia para conseguir nuestro objetivo, que no es otro que vencer al virus lo antes posible y retomemos la vida que queremos , que merecemos.

Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energia que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar. Dalai Lama.

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