TRES GENERACIONES: ABUELA, HIJA, NIETOS.

 

 

VALENTINA/NIETA

Llegó una calurosa tarde de verano, era tan pequeña, que apenas sobresalía

de las manos de su papá. Fue la primera pero no la única, otro corazón latía junto al suyo, latido con latido, piel con piel.

Ella es la hermana mayor , El tiene unos minutos menos. Mismo día, mismo compás.

-Dulce, pizpireta, presumida y con un punto de timidez.

-Poco dormilona, inquieta y perfeccionista.

Su llegada revolucionó mi vida, mis primeros y únicos nietos pusieron mi mundo del revés.

Chupetes, biberones, pañales y ropa  diminuta se instalaron en mi casa y convirtió mi hogar en un caos maravilloso, lleno de blancos, beiges, rosas y azules; cunas, cochecitos, tronas y peluches han sido, principalmente, protagonistas de la decoración durante sus primeros años.

NICOLÁS/NIETO

El llegó justo después de su hermana, apenas unos minutos más tarde.

-Dormilón,tranquilo y muy cariñoso.

Nunca se separa de su hermana, donde Ella va, El la sigue o al revés. Siempre juntos.

ISABEL/HIJA

Ella es mi Enero, mi cumpleaños preferido. Llegó con el frío, el primer mes del año (mismo mes, mismo día que yo) y comenzamos un idilío que perdurará en el tiempo.

Fue una niña tímida aunque siempre estuviera rodeada de muchos otros niños, no recuerdo preparar una sola merienda, siempre con más niñas que entraban y salían  mil veces de casa (es un milagro que no quemasen el timbre). La gustaba ayudar a todas sus amigas (lo sigue haciendo) y cuidar de los hermanitos pequeños de las demás.

Estaba destinada a ser madre. Nos trajo amor multiplicado por dos. Y el destino quiso que su trabajo sea ayudar a los demás, acompañar en momentos duros, despedir, organizar, consolar. No la imagino haciendo otra cosa. Bueno, tal vez si. Su pasión. Creatividad y diseño. Trabajar con las manos. Decorar. Crear.

Mi hija Isabel con sus mellizos.

MARIBEL /ABUELA

A veces me miro en el espejo y no me lo creo. Abuela,yo?….pero si recuerdo mi infancia como si fuera antes de ayer!!!

Cuando ha pasado tanto tiempo? En que momento pasé de ser hija de…, madre de….y llegué a ser abuela de…

Mis mayores se fueron yendo poco a poco, algunos jóvenes aún, otros no hace tanto tiempo. Yo soy la próxima generación en marchar.

Que diferencia entre éstas tres generaciones!!!

Yo nací con la música de las folclóricas, la máquina de escribir(con papel de calco para hacer copias), el teléfono de centralita y la televisión en blanco y negro. Con programas como los Chiripitifláuticos o la Familia Telerín (que anunciaba la hora de acostarse), Un,Dos,Tres…responda otra vez o La Casa de la Pradera en las tardes de domingo (mi padre y yo llorábamos a mares).

Con la única  calefacción de la lumbre de leña y carbón y la goma con agua caliente que metíamos entre las sábanas para dormir calentitos.

Con las pesetas y la hucha de barro; con los vestidos y jerseys que me confeccionaba mi madre y que estrenaba en fechas señaladas (la fiesta del pueblo, Semana Santa, verano y Navidad). Y por supuesto, sin facilidad para viajar, puesto que no teniamos coche, eso vino después.

Mi hija nació en los 80, como los móviles, aunque para el ciudadano de a pie, llegaron un poco más tarde. Pero algunos teníamos teléfono fijo en casa y cabinas en las calles, radio casette en casa y coche ( teniámos un utilitario),  y video VHS para grabar nuestros programas favoritos.

Barrio Sésamo,David el Gnomo o Epi y Blas llenaban las tardes acabadas las clases. Y por supuesto, seguíamos con las pesetas, aunque entramos en la Unión Europea y se intuían cambios.

Valentina y Nicolás han nacido con el euro, los móviles de última generación, Google y Youtube, pantallas táctiles y  whatsapp.

Tienen calor o frío en casa con solo darle a un interruptor, posibilidad de viajar con sus padres a menudo , videollamadas aunque estemos cada uno en su casa o al otro lado del mundo y compras  “online.”

No hay mayor tesoro que el que llevo en mis manos.

Todos esos cambios en apenas 50 años?

-No teneís la sensación de que el mundo va demasiado deprisa y os estaís quedando atrás?

Yo, a veces si.

Cuando vuelvo  la vista atrás me pregunto donde quedó mi infancia, qué o quienes me han “robado” el tiempo?

Es el mundo tal y como lo conocemos mejor ahora? Tal vez si o tal vez gire tan deprisa que en mi cabeza resuena esa frase: 

                                               Paren el mundo, que yo me bajo.

 

Tres generaciones juntas.

 

 

PRIMAVERA : LA ABUELA Y LA MODA

Nos dirigíamos al colegio temprano, Ell@s en sus sillas y yo al volante, apenas unos minutos de trayecto, lo suficiente para una de nuestras charlas habituales, mis preferidas.

Valentina: Abuela, tú porqué siempre llevas boina?

Yo: Porque me gustan mucho y me veo guapa. Tú me ves guapa?

Valentina: Si, muy guapa.

Nicolás: Pero las abuelas no llevan boina.

Yo: Claro que si, las abuelas podemos llevar todo lo que nos gusta.

Nicolás: Abu, y tú porque llevas los pantalones rotos?… si no te has caído en el patio del cole !!!

Yo: Pues por que me gustan, cuando los compré ya estaban un poco rotos…

Nicolás: Abuela, tú eres vieja?

Yo: No, no soy vieja, soy mayor.

 

abuela a la ultima sentada en un banco con su boina roja y jersey de rayas
Con la llegada de la Primavera sacamos del armario prendas más ligeras y coloridas.

 

-Supongo que la palabra “vieja” saltó todas las alarmas. Me dispuse a explicarles que cualquier mujer ( y hombre ) se puede vestir como quiera, sea abuel@ o no, y tenga la edad que tenga. Pero me hizo pensar en cual es mi estilo a la hora de elegír mi ropa.

Clásico? No creo. Deportivo? No mucho, solo cuando voy a mis clases de Pilates llevo ropa deportiva y transpirable. Urbano? Puede ser.  Me gusta la moda ” más vestida” pero no siempre encaja con mi forma de vivir.

La verdad es que adapto la moda  a mi estilo de vida y sobre  todo, a lo que creo que más me favorece.

Éste año que ha pasado ( y lo que llevamos de  2021 ), si algo nos ha traido, es un pequeño cambio en nuestra manera de vestirnos. El confinamiento y las restricciones  nos han obligado  a estar mucho tiempo en casa, y por lo tanto utilizamos  mucho chandál y prendas de algodón, cómodas y prácticas, pero sin  olvidarnos  de darle nuestro toque personal.

abuela a la ultima con boina amarilla y vestida de negro
Prendas más serias “casan” con otras más atrevidas y con el toque de la boina resulta muy chic.

Las celebraciones y fiestas se pospusieron y la ropa más formal se quedó en el armario; quizá por eso una de las tendencias ahora mismo es combinar prendas más formales, e incluso de fiesta, con otras más deportivas e informales y así “sacar” a la calle lo que antes se destinaba exclusivamente  a bodas y celebraciones especiales.

En mi armario cohabitan en armonía trajes sastre con camisetas y sudaderas, pantalones y faldas de lentejuelas con otros más serios,  vestidos lisos o multicolores, blazers y los típicos jeans, eso sí, adaptando todo a mi figura, que una no tiene edad para improvisar looks , como cuando tienes 20 años y todooooo te sienta fenomenal.

La moda cambia, nuestro  cuerpo también.

Sin olvidarnos del calzado, prima lo cómodo, y por eso las deportivas se han adueñado del asfalto, donde antes reinaban botas y zapatos,  ellas han llegado para quedarse.

Las zapatillas deportivas han conquistado la calle.

Multicolores, combinadas, con suelas XXL, ligeras, monocolor…existe tanta variedad, que es casi imposible resistirse a tener unos cuantos pares.

Mención especial merecen los complementos: boinas(nunca tengo suficientes ), bolsos, pendientes, broches, gorras,  guantes, sombreros… que en mi armario no pueden faltar y que pueden ” elevar” un look soso a  único y diferente.

A algunas abuelas nos gusta seguir las tendencias, y es fantástico, pero además contamos con un plus…las sabemos adaptar a nuestro estilo de vida, contamos con mucha experiencia.

Extravagante, atrevida, clásica, rompedora, vanguardista, deportiva , minimalista, tradicional o con estilo propio.… seas como seas, nada está prohibido si así te sientes cómoda y guapa.

abuela a la ultima con boina rosa y vestida de negro
Uno de mis looks preferidos, mezclas que nos parecían imposibles y que han tomado las calles.

Aunque de vez en cuando tus niet@s te digan:

-Abuela, porqué te has puesto un pantalón que brilla, si no estamos en Navidad?

    La edad no es una barrera. Es una limitación que pones en tu mente.

Jackie Joyner-Kersee

 

DIARIO DE UNA ABUELA EN CUARENTENA

 

Enero comenzó tranquilo, tanto como acabó Diciembre; sin sorpresas, sin grandes celebraciones y dando gracias por cada día sanos y sin sobresaltos. SS.MM. los Reyes Magos de Oriente nos dejaron nuestros regalos bajo el árbol, dando por finalizadas las festividades propias de la Navidad. Pero me faltaba otra celebración, mi cumpleaños (y el de mi hija ), otra vuelta al Sol, celebrando la vida.

abuela a la ultima con la tarta de cumpleaños y sus nietos
Celebrando mi cumpleaños y el de mi hija.

Pero la vida es imprevisible, sobre todo en estos tiempos , te da sorpresas ,y  a mi me la ha dado en forma de  confinamiento domiciliario. Si, nos ha tocado. El abuelo y yo hemos estado en contacto con un positivo por covid y toca hacerse la PCR   y guardar cuarentena.

Y aquí estamos, echándole humor aunque no sea nada gracioso. Con mascarilla, dándole al spray y en habitaciones distintas.

SEGUNDO DÍA

Se han puesto en contacto con nosotros, debemos quedarnos en casa, esperar que nos citen para hacernos la prueba y cumplír el protocolo y las medidas higiénicas que recomiendan.

El Montes (léase marido) no me toca ni con el palo de la escoba; mascarilla en boca y desinfectante en mano, va y viene limpiando ora el baño, ora la cocina, ora el tendedero. Sus expresiones preferidas son: por si acaso y no vaya a ser…

Nos hemos tomado la tensión y la temperatura dos veces ( previa desinfección de los artilugios).

El Montes limpiando y desinfectando la casa.

 

TERCER DÍA 

Ya tenemos cita para realizarnos la prueba (PCR ), mientras tanto aquí seguimos, trapo en mano, mascarilla y llenando el tiempo con televisión mayormente y algo de ejercicio.

El Montes se ha hecho fuerte en la habitación más pequeña, yo en cambio, sigo en mi cuarto disfrutando de mi cama para mi solita.

Cero síntomas. No fiebre.

CUARTO DÍA

Hoy es el día de la prueba. Nos han citado a media mañana. Hemos madrugado, estamos nerviosos, supongo. Nuestros amigos y familiares están pendientes de nosotros por si necesitamos algo, de momento, la nevera llena y el ánimo, intacto.

Todo ha transcurrido rápido. Nos enviarán  un mensaje a nuestros teléfonos con los resultados.

A última hora de la tarde nos han enviado sendos mensajes: prueba por covid- negativo-. Los dos.

Que alivio. Por nosotros, pero sobre todo, por todos los de alrededor. Es lo que tiene todo ésto, que no solo se implica quién se contagia si no muchas personas a tu alrededor, familia más cercana e incluso establecimientos y lugares donde has estado, aunque sea con todas las medidas de seguridad…. una cafetería, tú centro de estética habitual, tú peluquería, tú lugar de trabajo.

abuela ala ultima haciendo el gesto de victoria con la mano
Todo marcha bien.

QUINTO DÍA

Hoy nos hemos levantado eufóricos. La música inunda la casa. El Montes reniega de la mascarilla y anuncia que esta noche vuelve a nuestra cama, que en la otra habitación no descansa bien. Yo he dormido genial sola, la verdad.

Nos han llamado del Centro de Salud para controlar como estamos, si hay alguna novedad. Todo O.K. Pero debemos permanecer en casa aún unos dias más y controlar si hubiera fiebre. Paciencia.

SEXTO DÍA 

La mañana transcurre como los días anteriores. Nos faltan algunas cosas, nada importante, pero los que nos quieren insisten. Así que les hemos enviado la lista de la compra. Bendito whasapp. Nos lo dejan en el ascensor, nada de contacto. Es raro, muy raro. Pero necesario. Sabíamos que tenemos alrededor buena gente pero ahora nos ha quedado más claro aún. No necesitamos  más que coger el teléfono y ya tenemos mil manos dispuestas a ayudar, a acercarnos a casa lo que necesitemos. Si hasta nos han preparado nuestra comida favorita.

SÉPTIMO DÍA.

Levantarse, aseo personal, limpieza y desinfección. Se hace tedioso, apenas unos pocos días y nos parecen muchísimos más. Las mañanas son algo más entretenidas, las tardes rutinarias. Hoy el Montes ha hecho un bizcocho, el primero de su vida. Está entusiasmado porque le ha quedado buenísimo. Doy fe. Bromeamos sobre la situación y le  ponemos humor. Sanos pero sin poder salír a la calle  Ya queda un día menos para hacer vida normal.

Para ser su primer bizcocho, le ha quedado genial.

OCTAVO DÍA

No siempre el ánimo está alto. Echo de menos ir a caminar, hablar con la gente, mis rutinas diarias. Pero siempre hay algo que te saca una sonrisa. Mis niet@s por videollamada. O el Montes, que sale de la ducha, se para frente a mi y me pregunta : qué te parece éste cuerpo para un tío que va a cumplír 60 tacos?….y a mi me da la risa floja ( George Clooney está sobrevalorado ) y mi mente vuelve a cuando le vi por primera vez a sus 20 años. Si eso no funciona, no sé que podría hacerlo.

NOVENO DÍA

Ya queda solo un día. Seguimos viendo el mundo a través de las ventanas pero por poco tiempo. Hoy nuestra conversación gira en torno a lo que vamos a hacer cuando salgamos a la calle. Bendita libertad. Es curioso, apenas diez dìas en casa y nos parece un mes. No me puedo ni imaginar lo que sentirán aquellos que , enfermos, confinados y tal vez solos, vean pasar los días sin nadie con quién hablar ni que les haga reír. Por no hablar de aquellos que en un hospital luchan por curarse y  sobrevivír. Nuestra situación es una fiesta comparada con la de aquellos a los que el Covid les ha dado de lleno.

DÉCIMO Y ÚLTIMO DÍA

Parece que nos han quitado un corsé que  nos oprimía el pecho. Estamos colocados en la casilla de salida dispuestos a disputar la carrera en la que nos vemos inmersos todos los días. Casa, trabajo, horarios….me pregunto si echar el freno de vez en cuando será hasta recomendable. Pero no así, no con el corazón encogido y el alma en vilo.

Nadie nos garantiza que todo ésto no vuelva a ocurrír porque sabemos el principio pero aún no se ha escrito el final.

Aún no se ha escrito el final de ésta situación, debemos seguir cuidándonos.

 ” Ser libre no es solamente desamarrarse las cadenas, sino vivír en una forma que respete y mejore la libertad de los demás ” Nelson Mandela.